Bruce Kilgore, el padre de las icónicas Air Force 1, pensó en 1984 que la tecnología de amortiguación y mitigación de impactos en el calzado para atletismo podría implementarse de forma mecánica. No mediante la adición de espuma en la entresuela, como era habitual. Tras 16 años de desarrollo, Eric Avar, el diseñador del modelo, decidió llevar esta nueva tecnología a los fans de Nike. El equipo que había trabajado en las Shox estudió la estética de los trajes al detalle para trasladarla al modelo. Y lo logró.